Diverxo (Madrid)

Sin ninguna duda mi restaurante favorito desde que lo conocí en el año 2008. Desde entonces he vuelto y espero volver a hacerlo, aunque con moderación porque Diverxo es uno de esos sitios que hay que reservar para ocasiones especiales, para que cada visita sea tan especial como la primera. De la mano de David Muñoz y con una estrella Michelín recibida al año escaso de abrir sus puertas, ofrece únicamente menús degustación (lo que garantiza el factor sorpresa) con un mínimo de siete platos explicados por los camareros con mimo y todo lujo de detalles. Cocina fusión donde la creatividad y la calidad son las protagonistas. Aunque de barato no tiene nada (el menú más corto sale por 75 euros por persona sin bebidas ni IVA) merece la pena conocerlo y darse un homenaje. Especialmente adictivo y delicioso es el primer aperitivo que sirven con cada menú y que hace presagiar lo que se avecina: judías de soja con sésamo negro y ajada de ají. Exquisito.