Hotel Quercus (Drvenik, Croacia)

Una cosa está clara: no es el mejor hotel del mundo. O al menos no ofrece todo lo que se esperaría de sus cuatro estrellas ni de su precio, aunque sin duda supera con creces la media en Croacia. Pero si por algo es recomendable este hotel y si por algo volvería es por su inmejorable ubicación: una pequeña playa no demasiado masificada a dos minutos del hotel (de piedrecitas como casi todas en Croacia), a pocos metros del puerto desde donde sale el ferry a la isla de Hvar, y con una excelente oferta culinaria en la zona. No dejes de probar el restaurante de mesitas de madera verde que hay al final del paseo marítimo, en el extremo derecho según se mira al mar. Sirven un pescado excelente y con precios más que competitivos (no aceptan tarjetas de crédito). Y con un poco de suerte seguirá en la otra punta de la playa, cerca del puerto de los ferrys, un pescador con un pequeño grill en el que prepara doradas y otras especialidades locales recién pescadas por él mismo, frescas, baratísimas y absolutamente deliciosas (25-30 kunas/unidad).