Se me ocurren más de cien razones para volver a Menorca: el color del agua de sus calas, la amabilidad de sus gentes, la pomada, la sobrasada, los jaleos. Y a esa larga lista añado una parada obligada en Ciutadella: el restaurante Primitiu. En su cocina utilizan únicamente métodos tradicionales como el escabeche, la brasa o el ahumado. Y todo ello servido en un pequeño patio interior con poca luz y mucho encanto, sin música de fondo, quizás para que se pueda disfrutar mejor del relajante sonido de la noche menorquina y del cimbreo de las ramas de la enorme higuera que lo cobija. Ofrecen además platos sorpresa a partir de un único ingrediente. Nos lanzamos al tomate, valor seguro, y lo que nos sirvieron fue un exquisito plato original y sabroso con helado de sangría y una suerte de mayonesa reversionada. No me olvido de la simpatía y profesionalidad de los camareros que nos atendieron e hicieron que la experiencia fuera aún más divertida. Tampoco de una de las bebidas más deliciosas que he probado en mi vida: la sangría menorquina. Solo por repetir ese trago, volvería una y mil veces.
Tel.672 543 727
@primitiumenorca







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